Las habilidades del profesional de la ingeniería

Las habilidades son perdurables, los conocimientos no (aunque deberían serlo). Esta frase resume lo que muchos expertos educadores opinan sobre la formación de los ingenieros, en especial. Es relativamente sencillo definir los conocimientos que debe adquirir un ingeniero para desempeñarse exitosamente. Pero no es lo mismo definir las habilidades. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Creatividad: capacidad de ser original, innovador, descubridor, inventor. “Si alguien crea algo que es nuevo para él, se dice que es creativo. Si ese algo es nuevo para muchos es, además, innovador. Y si es nuevo para todos es inventor”. Ojalá que todos los estudiantes sean creativos; sería estupendo que resultaran unos cuantos innovadores, y magnifico si apareciera un inventor.

  • Capacidad de pensamiento convergente: Permite la integración focalizada de los datos y el establecimiento de prioridades en las elecciones. Mediante ésta, el ingeniero selecciona de un gran conjunto de datos aquellos que están relacionados con un determinado problema, y desecha los demás. Igualmente con el desarrollo de esta capacidad el ingeniero, en una determinada situación, puede establecer prioridades a la hora de tomar una decisión.

  • Capacidad de pensamiento divergente: o la capacidad para descubrir más de una respuesta correcta a una pregunta determinada. En principio, todos los problemas de ingeniería admiten más de una solución. Muchas personas quedan satisfechas cuando encuentran una de ellas y no son capaces de hallar otras. Al desarrollar esta habilidad, el ingeniero puede fácilmente proponer otras soluciones, además de la inicial.

  • Capacidad analítica: la que más identifica a todo ingeniero. Es quizás una de las habilidades que más utiliza en su vida profesional. Por esta habilidad prefieren a los ingenieros sobre profesionales de otras disciplinas para realizar tareas en las que aquellos están más entrenados pero no poseen una habilidad analítica similar. Descomponer un todo en sus partes, establecer las relaciones entre ellas, extraer las variables principales del sistema, relacionar síntomas con causas, etcétera, son habilidades que desarrollan en grado extremo esta habilidad analítica.

  • Interdisciplinariedad: o la capacidad para trabajar en grupos con individuos de diferentes disciplinas. Los problemas que se presentan hoy en ingeniería son tan complejos que no es posible resolverlos con el enfoque de una sola disciplina. La construcción de la carretera circunvalar de la ciénaga de Cartagena tuvo que haber contado con la presencia de ecologistas e ingenieros civiles para su diseño. Si se hubiera hecho así o habrían ocurrido los desastres ecológicos que se presentaron. La construcción de la gran represa de Aswán en Egipto no tuvo en cuenta los cambios en el clima originados por la presencia de una gran de agua, donde antes solamente hubo desierto. La sanidad del río Nilo aumentó, la humedad de la zona se incrementó y produjo daños Irreparables en los antiguos monumentos del Valle del Nilo; hubo una invasión de mosquitos que transmitieron múltiples enfermedades tanto en seres humanos como en el ganado de la región. En fin, estos son apenas dos ejemplos de los muchos que se podrían presentar para mostrar cuán importante es que en la solución de los macroproblemas en que está involucrada la ingeniería haya que recurrir necesariamente a equipos de trabajo donde se cuenta con el concurso de varios especialistas.

  • Serendipia: o la facultad de encontrar una cosa mientras se busca otra. Desarrollar una actitud indagatoria para aprovechar los hallazgos brindados por el azar; aunque no responda a lo que nosotros buscamos. Esta facultad se encuentra altamente desarrollada entre los descubridores e inventores.

  • Diseño conceptual: opuesto al diseño detallado. Se busca que el ingeniero se dedique más a las especificaciones de un producto que a los detalles mínimos del mismo. El ingeniero debe definir a grandes rasgos lo que se desea, para que otros trasformen sus ideas en realidades.

  • Capacidad de comunicación: indispensable en un mundo moderno en el que la información está confirmándose como el activo más importante de las empresas y en el que poder comunicarse con los demás de una forma eficiente es un requisito para poder trabajar en grupos interdisciplinarios. Esta comunicación debe poder realizarse de varias formas: escrita, habilidosos en la generación de informes técnicos; oral, aprendiendo retórica, una de las tres disciplinas que conformaron el currículo de las primeras universidades en la Edad Media. Saber convencer a los demás mediante la palabra es muy importante; la defensa de un proyecto hecha por una persona convencida y con capacidad de convencimiento, es mucho más sencilla que llevada a cabo por una persona sin dotes de comunicador; gráfica, ágil en el uso de ayudas audiovisuales, computador; multimedia, etcétera. Se ha repetido múltiples veces que una imagen vale por mil palabras; pues bien, la calidad y complejidad de los documentos que pueden obtenerse por los medios modernos de expresión es tal, que el anterior dicho podría reformarse diciendo que una presentación en multimedia es equivalente a millones de palabras.

  • Dominio de un idioma técnico: valga decir el inglés. En un mundo cada vez más interdependiente, donde las decisiones internas de algunas corporaciones afectan la economía y el modo de vivir de muchos países, es necesario disponer de vías de comunicación expeditas a través de un mismo idioma que permita que la comunicación sea clara. Por lo menos debe exigírseles a los ingenieros que comprendan literatura técnica; sería deseable que, además, comprendan el inglés hablado para poder asistir a teleconferencias, congresos, etcétera, entre otros. Finalmente, la posibilidad de comunicarse en ambas direcciones, verbalmente, es muy recomendable. Valga decir que el inglés se ha vuelto el idioma universalmente aceptado y que casi todos los países desarrollados poseen un bilingüismo de hecho que permite que la trasferencia tecnológica se haga de forma natural.

Con base en lo anterior; se necesita un ingeniero:

  • Con un alto contenido científico, capaz de comprender los principios de las tecnologías del futuro.
  • Con un desarrollo de habilidades y destrezas mucho mayor que el actual.
  • Con unos conocimientos básicos de las ciencias de la ingeniería.
  • Capaz de encontrar la información requerida para la solución de un problema planteado.
  • Con excelentes habilidades de comunicación, incluyendo un idioma técnico universal.
  • Capaz de trabajar en grupos interdisciplinarios.
  • Con una permanente disposición descubridora, creativa e innovadora.
  • Con una formación cultural y humanística que le permita trascender los límites de la tecnología y comprender los aspectos sociales de los problemas de la ingeniería.
  • Con una sobresaliente habilidad para resolver problemas, y no crearlos.

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